a conocida por los antiguos celtas, evitaba el escorbuto a los marineros por su riqueza en vitamina C. También destaca por sus proteínas, y un excepcional contenido en potasio. De color rojizo, da vistosidad y color a las ensaladas y platos rápidos, incluso sin remojo previo. Es una de las más indicadas para degustar las algas crudas o en sopas, por su delicado sabor y aroma
¿Cómo la podemos consumir?
- Cruda: Trocear y poner en remojo 2 minutos, limpiar si hay restos de conchas y añadir a la ensalada.
- Cocinada: Para sopas y platos rápidos, basta escaldar o añadir al final. Verduras, sopa de avena, fideos, cuscús, tortilla, polenta, mijo, quinoa.