A menudo, esperamos con ansias las vacaciones durante todo el año, y sin percatarnos, se desvanecen tan rápidamente como llegaron. Después de este período de relax, donde el despertador pasó al olvido y nuestras principales preocupaciones eran dormir, descansar o sumergirnos en un buen libro, llega el momento de regresar a la rutina.
«A ver si volvemos todos ya a la rutina»
No importa cuán contradictorio pueda parecer: en algún momento, tendrás que admitir que pronunciarás esta frase. Vivimos en una especie de espiral entre el deseo constante de unas vacaciones y la necesidad de hacer algo significativo con nuestras vidas.
Septiembre marca el inicio de nuevos comienzos. Para muchos, el verdadero año nuevo no comienza en enero, sino en septiembre. Este mes es ideal para establecer nuevos propósitos, encontrar la motivación para alcanzar metas y, en definitiva, reinventarse.
El cambio de estación y el retorno a la rutina después de las vacaciones excesivas hacen de este momento la oportunidad perfecta para depurar nuestro organismo, liberándolo de toxinas y residuos. Esto no solo mejora la eficiencia de nuestro cuerpo, sino que también contribuye a un bienestar general.
Depuración
Depurar significa limpiar, purificar. Es un proceso esencial para el mantenimiento de la salud. A pesar de la eficacia de los procesos de metabolización que ocurren en el hígado, hay una acumulación progresiva de sustancias tóxicas que no se eliminan en su totalidad. Esto puede hacer que el organismo enferme más fácilmente. Los síntomas que podemos tener por la acumulación de estas toxinas son la fatiga, digestión difícil, pérdida de apetito, dificultad para dormir, astenia.
Septiembre marca el inicio de nuevos comienzos. Para muchos, el verdadero año nuevo no comienza en enero, sino en septiembre. Este mes es ideal para establecer nuevos propósitos, encontrar la motivación para alcanzar metas y, en definitiva, reinventarse.
El cambio de estación y el retorno a la rutina después de las vacaciones excesivas hacen de este momento la oportunidad perfecta para depurar nuestro organismo, liberándolo de toxinas y residuos. Esto no solo mejora la eficiencia de nuestro cuerpo, sino que también contribuye a un bienestar general.
La realización de depuraciones es beneficiosa para todas las personas, pero es especialmente importante para aquellas con sobrepeso, alergias, polimedicadas o que sufren enfermedades crónicas hepáticas.
Si buscamos un organismo limpio y con un rendimiento óptimo, es crucial examinar nuestra dieta y identificar las fuentes de toxinas y productos procesados que ingresan en nuestro cuerpo. Una vez identificados, durante la depuración hepática que llevaremos a cabo, es necesario eliminarlos para brindarle un respiro a nuestro organismo. Esto incluye aditivos, colorantes, pesticidas químicos, grasas animales, cafeína, azúcares, entre otros.
Plantas que ayudan a depurar:
Además de ajustar nuestra alimentación, es esencial familiarizarnos con ciertas plantas que contienen fitonutrientes específicos para estimular las distintas fases del proceso depurativo, facilitando la eliminación de sustancias no útiles para el organismo. Algunas de estas plantas incluyen:
- Alcachofa: Esta planta posee propiedades diuréticas, desintoxicantes y tónicas, contribuyendo al proceso depurativo.
- Boldo: Reconocido por su acción drenante, activa y protege la función hepática, facilitando la eliminación de toxinas.
- Cardo mariano: Destaca por estimular el efecto desintoxicador de las células hepáticas y promover la regeneración del tejido hepático al aumentar la síntesis de la proteína hepatocytina.
- Desmodium: Contiene principios activos ricos en alcaloides, con efecto depurativo y desintoxicante, apoyando la salud hepática.
- Rábano negro: Con componentes azufrados, esta planta no solo posee propiedades digestivas, sino que también favorece las funciones coléricas del hígado, contribuyendo al proceso depurativo.
