Bajar de peso – ¿Cómo hacerlo?

Nunca hay un momento perfecto, así que ¿por qué no empezar ahora, en este mismo instante?

Hoy en día nos enfrentamos a una sobrecarga de información sobre métodos para perder peso, dietas de todo tipo y color. Nuestro objetivo es ofrecerte una perspectiva clara y efectiva sobre cómo abordar la pérdida de grasa desde un enfoque diferente, uno que puedas integrar y adaptar a tu estilo de vida, manteniendo tu peso estable a largo plazo y sin recurrir nunca más a dietas extremas.

Comenzar una dieta saludable no implica adoptar muchos hábitos nuevos de golpe. Si pensabas que la única forma de empezar era con la idea de “empezar el lunes” y de repente intentar hacer todo perfectamente (seguir una dieta estricta, hacer ejercicio todos los días, salir a caminar y no comer nada fuera de la dieta), estás equivocado. Es hora de desechar esos mitos y comenzar desde cero. Se trata de cambiar tu mentalidad y no establecer metas imposibles de alcanzar.

A continuación, presentaré algunas recomendaciones generales que podrás incorporar sin presiones en tu rutina diaria.

Perder peso puede ser un proceso más simple de lo que crees, y estamos aquí para mostrarte cómo hacerlo realidad.

Uno de los primeros pasos que debemos dar es ajustar nuestra alimentación para desintoxicar el cuerpo. Sí, has leído bien: para adelgazar, es fundamental comer adecuadamente. Sin embargo, antes de empezar, es crucial eliminar de la nevera y despensa todas esas tentaciones que sabes que pueden desviarte de tu objetivo. ¡Y por supuesto, no las vuelvas a comprar! Cuando vayas al supermercado, asegúrate de ir con el estómago lleno para evitar caer en la tentación. Nuestra fuerza de voluntad tiene límites, y en momentos de estrés, aburrimiento, mal humor, tristeza o depresión, solemos recurrir a alimentos poco saludables. Es sencillo: si no tienes esas tentaciones en casa, no caerás en la tentación de comerlas, y te estarás haciendo un gran favor a ti mismo. Guarda esos caprichos para ocasiones especiales cuando comas fuera de casa.

Al hacer la compra, asegúrate de llenar tu nevera con productos frescos como verduras de hojas verdes, una variedad de vegetales, frutas frescas, proteínas magras como pollo, pescado y huevos, cereales integrales sin azúcar añadida como avena o arroz integral, tubérculos como patatas y batatas, y grasas saludables como frutos secos sin sal, aguacate y aceite de oliva virgen extra. Elimina de tu lista todos los productos procesados, como salchichas, platos precocinados, salsas, embutidos, patés, zumos, entre otros. Puedes realizar este cambio gradualmente, sin sentirte abrumado: por ejemplo, la primera semana puedes eliminar los postres dulces, en la siguiente compra evitar los embutidos y las carnes procesadas, y así sucesivamente.

Cuando prepares tus comidas, recuerda que es importante disfrutar de la comida saludable. Prepárala de manera creativa y animada para que no te resulte tedioso ni una obligación. Puedes hacer una lista de tus platos favoritos utilizando los alimentos mencionados anteriormente para inspirarte.

Las verduras pueden ser un gran aliado en tu camino hacia una alimentación más saludable, aunque a veces puede resultar un poco difícil incorporarlas en tu dieta. Con un poco de creatividad, pueden convertirse en tus mejores aliadas para desintoxicar tu cuerpo. Prioriza las verduras de hoja verde, como espinacas, acelgas, escarola, canónigos, germinados y semillas (girasol, calabaza, sésamo), así como otras verduras de tallo, como brócoli, alcachofas y espárragos. Comienza de manera sencilla y sin presiones; elige las verduras que más te gusten y luego podrás explorar otras opciones más desconocidas.

Después de épocas como las fiestas navideñas o la Semana Santa, es probable que nuestro cuerpo esté saturado de toxinas y que nuestro sistema linfático no esté funcionando correctamente, lo que puede provocar retención de líquidos e inflamación debido al consumo de productos industriales como bollería, grasas poco saludables presentes en la comida procesada y almidones refinados como el pan blanco. Por eso, es crucial preparar nuestro cuerpo y desintoxicarlo para que nuestra dieta tenga el efecto deseado; de nada sirve seguir una dieta baja en calorías si no limpiamos nuestro organismo al mismo tiempo.

Además de las verduras, existen otras opciones de apoyo como el psyllium, que es una fuente natural de fibra que ayuda a limpiar el intestino y el colon, absorbiendo toxinas y favoreciendo el tránsito intestinal. Es importante acompañarlo siempre con abundante agua y otros líquidos.

Otra opción muy buena para la depuración de nuestro cuerpo son las infusiones que lleven diente de león, cúrcuma, hinojo, abedul, boldo o regaliz. Crea tu propia infusión o prueba una de las que ya vienen ya preparadas.

Es fundamental concentrar la mayor parte de nuestro esfuerzo en la alimentación, ya que esta representa aproximadamente el 80% del progreso en la pérdida de peso. No tiene sentido someterse a un intenso entrenamiento si no estamos cuidando adecuadamente nuestra alimentación. De hecho, si no te gusta hacer ejercicio, no te apresures a comenzar. En las primeras semanas, enfócate en alimentar realmente tu cuerpo de manera saludable. Una vez que hayas establecido hábitos alimenticios sólidos, puedes complementarlos con actividades como caminar o inscribirte en un gimnasio. Lo ideal es combinar diferentes tipos de ejercicio, como caminar, correr, etc., con ejercicios de fuerza.

Es útil identificar qué aspectos están obstaculizando tu progreso. Por ejemplo, algunas personas sienten la necesidad de terminar todo lo que hay en su plato. Sin embargo, si ya estás saciado, no necesitas comer más. Deja lo que te haya sobrado para otro momento en el que tengas hambre. Aunque puedan parecer detalles insignificantes, estos pequeños cambios te ayudarán a identificar tus áreas de mejora y a anticiparte a posibles problemas.

¿Conoces a alguien más en tu entorno que esté tratando de perder peso? Busca un compañero con quien compartir el proceso. Todo es más fácil cuando tienes apoyo, y contar con alguien que comparta tus metas te ayudará a mantener el rumbo cuando te sientas desmotivado. ¡Cuanto más, mejor!